ORIXA EN AMERICA: SANTERIA CUBANA
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2012 AÑO DE NUESTRO PAE OXALA

PREGUNTAS O DUDAS

martes, 11 de enero de 2011

SANTERIA CUBANA

La santeria es la religión de los afrocubanos y se estima que al menos el 70 % de los cubanos creen en ella.

La existencia de tales creencias se debe a la presencia en Cuba de los esclavos lucumí, procedentes de Yoruba. El término Yoruba identifica a todas las tribus que hablaban la misma lengua y tenían la misma cultura. Estos esclavos fueron llevados a Cuba cuando empezó la colonización del Nuevo Mundo, debido al problema de la mano de obra originado por la propia colonización.

Del contacto entre las religiones africanas y el catolicismo, surgieron unas nuevas deidades, a medio camino entre las deidades africanas y los santos católicos, a las que también se les llama santos. Así, la adoración a estos se la llama santería. La santería muchas veces tiene rasgos de otras creencias, procedentes del Congo o de Haití, y se mezcla con la magia voduista.



Los sacerdotes de la santeria son los santeros, pero podemos encontrar también babalawos. Para llegar a ser santero se debe pasar por distintos rituales y con el tiempo la mayoría de los que se lo proponen llegan a serlo. Es fácil identificar a santeros por las calles de las ciudades de Cuba, van vestidos completamente de blanco, con algunos collares o pulseras de sus santo o santos, ya que un santero puede ser "hijo" de un solo santo o de varios de ellos. El babalawo es hijo de Orula, y tiene el poder de leer el destino a través del tablero de Ifá. Puede ser babalawo sin ser santero, aunque la mayoría lo son.

Cada santo tiene sus propios colores y sus propios rituales, sus caminos y sus atributos. Pueden describirse como personalidades con características tan humanas como divinas, con sus propias contradicciones y "pecadillos", aunque son dioses y por lo tanto arrastran consigo creencias o contribuyen a dar respuestas a fenómenos de la naturaleza.

Con todo, existe una correspondencia entre los santos de la santería y los santos católicos. Por ejemplo, San Lázaro es Babalú Ayé en la santería, un santo mayor muy venerado, su nombre significa "padre del mundo". Protege de la viruela, la lepra, las enfermedades venéreas y en general de las afecciones de la piel. San Francisco de Asís es Orula, también santo mayor, que personifica la sabiduría y la posibilidad de influir sobre el destino, incluso el más adverso. Sus colores son el amarillo y verde alternos.

La patrona de Cuba, La Virgen de la Caridad del Cobre, responde a Oshún o Ochún, existe una imagen suya en el poblado de El Cobre. Es la dueña del amor, de la feminidad y del río, el símbolo de la coquetería, la gracia y la sexualidad femenina. Su color es el amarillo o ámbar, protege de las afecciones del vientre y las partes genitales, la sangre, el hígado y de todo tipo de hemorragias.
El nacimiento del mundo

Olofi se paseaba por el espacio infinito donde solo había fuego, llamas y vapores. Sin embargo, aburrido de no tener a alguien con quien hablar, decidió que era el momento de embellecer este sitio, descargando su fuerza de tal forma que el agua calló diluviando.

Hubo partes sólidas que lucharon contra este ataque, así quedaron grandes huecos en las rocas, el océano, donde reside OLOKUN, deidad a la que nadie puede ver, y cuyas formas la mente humana no puede imaginar. En los lugares más accesibles del océano brotó Yemayá con sus algas, estrellas de mar, corales, peces de colores, coronada con Ochumare, el arco iris, y vibrando con sus colores azul y plata. Se la declaró madre universal, madre de todos los Orishas; de su vientre nacieron las estrelles y la luna; este fue el segundo paso de la creación.

Olordumare, Obatalá, Olofi y Yemayá decidieron que el fuego extinguido por algunos lares y que por otros estaba en su apogeo, que fuera absorbido por las entrañas de la tierra, por el temido y venerado Aggayú Solá, en su representación del volcán y los misterios profundos.

Mientras se apagaba el fuego, las cenizas se esparcieron por todas partes formando la tierra fértil, cuya representación es Orichaoko, que la fortaleció, y permitió cosechas y el nacimiento de los arboles, frutos e hierbas.

Por sus bosques deambulaba Osain, con su sabiduría ancestral sobre las propiedades curativas de las hierbas, palos y maderas. Donde cayeron las cenizas, nacieron las ciénagas; de sus aguas estancadas surgieron las epidemias y enfermedades, personificada por Babalú Ayé, Sakpaná o Chapaná.

Yemayá decidió darle venas a la tierra y creó los ríos, de agua dulce y potable, para que cuando Olofi quisiera creara al ser humano. Así surgió Ochún la dueña de los ríos, del amor, de la fertilidad, de la sexualidad. Las dos se hermanaron en un lazo inseparable de incalculable riqueza. Obatalá, heredero de las órdenes dadas por Olofi, cuando decidió vivir detrás de Olorun, el sol, creó al ser humano. Y aquí comenzó el caos; Obatalá, tan limpio y puro comenzó a sufrir los desmanes de los hombre, los niños se limpiaban en él, el humo de los hornos lo ensuciaban, como él era el todo, le arrancaban tiras pensando que era hierba. Obstinado por toda la suciedad, se elevó, y se alojó entre las nubes y el azul celeste. Desde allí observó el comportamiento del ser humano, se dio cuenta que el mundo se poblaba desmesuradamente, al no existir la muerte, decidió crearla, como había creado a los demás Orishas llamándola Ikú.


Los Orishas

La influencia fundamental de los yoruba sobre nosotros fue ejercida a través de su religión y su imaginación. Su panteón de deidades u orishas sigue siendo vivo e influyente, y motivo de interés por los estudiosos. En África cada orisha estaba vinculado a una región o aldea, ya que se trataba de pueblos distantes y autónomos que vivían en economías cerradas. Así, el culto a estos orishas era un culto local. En el territorio Yoruba se adoraba a Changó en Oyó, a Yemayá en Egba, a Oggún en Ekití y Oridó y a Ochún en Ijebu.

Además de estos cultos locales, había unos orishas que eran adorados por todas las tribus de una región, como Obatalá, de quien todos los gobernantes yoruba se consideran descendientes. La importancia o posición de un orisha depende de cuan grande era la tribu que lo adoraba, o de cuantas tribus lo adoraban.

En casi todos los casos, los orishas son hombres divinizados después de muertos. El orisha es una fuerza pura, inmaterial, que solo puede seer percibida por los humanos si se toma posesión de uno de ellos. El candidato a la posesión, elegido por el orisha, es uno de sus descendientes. Este es un parentesco espiritual aquí, mientras que entre los africanos era de sangre.

Los orishas conocidos en Cuba son los siguientes:

Aggayu Solá

(San Cristóbal) Orisha de la tierra seca, del desierto. Patrón de los caminantes, de los automovilistas, de los aviadores y de los estibadores. Patrón de la ciudad de la Habana (Cuba). Su día es el 16 de noviembre.

Apartado de las cosas superficiales del vivir, él lleva al fiel a través de los grandes obstáculos. El brinda tremenda fuerza interior.

Se lo compara con el dios griego Pan.
Según Bolívar Opolowó 9, en el proceso de creación de la tierra Aggayú Sola absorbió el fuego en las entrañas de la tierra.



Babalu Ayé
Orisha de las enfermedades venéreas, de la lepra, de la viruela, y en general de las dolencias y afecciones que parece el género humano. Su día es el 17 de diciembre.

En algunas versiones, Babalú Ayé representa las epidemias.

Color: blanco, azul, rojo y amarillo (varían según el camino)

Changó
Orisha mayor: Dios del fuego, del rayo, del trueno, de la guerra, de los ILÚ BATÁ (tambores) del baile, la música, y la belleza viril. Patrón de los guerreros y de las tempestades. Su número es el 6 (Obbara). Sus días son los viernes y todos los 4 de cada mes. Su día es el 4 de diciembre. Representa el mayor número de virtudes e imperfecciones humanas. Es trabajador, valiente, buen amigo, adivino y curandero, pero también mentiroso, mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Es buen padre cuando su hijo obedece, pero no lo admite cobarde. Es el padre de los Ibeyis (los Gimaguas).

Tiene tres esposas: Oba (legítima), Oshún (con quien tuvo a los Ibeyes) y Oyá (ex esposa de su hermano Ogún, con quien mantiene terribles relaciones. Changó le robó la esposa a Ogún cuando se enteró que su padre había matado a su madre por mantener relaciones incestuosas con Ogún.). Según algunos, Changó es hijo de Obatalá y Algallú; según otros, su madre es Yemayá (que se presenta en ocasiones como su madre adoptiva)

Color de las cuentas: rojo y blanco.
En África se adoraba a Changó en Oyó, de donde fue el cuarto rey.

Atributos: el hacha de doble filo, la espada, el castillo, el tambor.

Orisha que se asienta.
Su santa católica equivalente es Santa Bárbara Bendita.

Elegguá
Elegguá es hijo de Okuboro que era rey de Añagui. Un día, siendo todavía un chaval, vio una luz brillante con tres ojos, que estaba en el suelo. Se acercó y vio que era un coco. Lo cogió y se lo llevó a palacio, contó a sus padres lo que había visto y luego tiró el coco detrás de una puerta. Al rato, todos se asombraron al ver la luz que salía del coco.

Elegguá es hijo de Okuboro que era rey de Añagui. Un día, siendo todavía un chaval, vio una luz brillante con tres ojos, que estaba en el suelo. Se acercó y vio que era un coco. Lo cogió y se lo llevó a palacio, contó a sus padres lo que había visto y luego tiró el coco detrás de una puerta. Al rato, todos se asombraron al ver la luz que salía del coco.

Al cabo de tres días Elegguá murió.
Todos le cogieron mucho respeto al coco, que seguía brillando. Pero el tiempo pasó y la gente se olvidó del coco.

Con el tiempo, el pueblo iba cada vez a menos, hasta que llegó a una situación desesperada . Para hacer frente al mal momento, se reunieron los viejos del lugar para meditar sobre la causa de sus males y hallar la solución.

La conclusión después de mucho meditar, fue que los males del pueblo se debían al abandono del coco, que al buscarlo, vieron efectivamente que se hallaba vacío y comido por los bichos.

Los viejos acordaron hacer algo perdurable, y pensaron en colocar una piedra de santo en el lugar donde murió Elegguá y ese fue su nacimiento como orisha.

Se trata de un orisha mayor, que tiene las llaves del destino y personifica el azar y la muerte. Como orisha es hijo de Obatalá y Yemú y es el primero de los cuatro guerreros (Elegguá, Oggún, Ochosi y Osun). Ganó con Olofi, Obatalá y Orula suficientes méritos para ser el primero y ningún orisha le antecede porqué el propio Olofi le dijo: siendo tú el más chiquitito y mi mensajero, serás el más grande en la tierra y en el cielo, y sin contar contigo nunca será posible hacer nada.

La figura de Elegguá se encuentra muy ligada a la de Echu. Echu es la encarnación de los problemas de los hombres, una especie de Satán, pero no propiamente, porque no debemos olvidar que ningún orisha representa conceptos puros y todos admiten contradicciones

Así, la pareja Elegguá-Echu representa la mítica relación entre lo positivo y lo negativo. En la entrada de las casas reside Elegguá, para proteger el refugio familiar de la entrada de Echu, el vagabundo que lleva consigo los problemas.

Los colores de Elegguá son el rojo y el negro, que representan la vida y la muerte. Sus ofrendas son ron, tabaco, maíz tostado, coco, pescado ahumado, etc... también es un ofrenda muy especial sacrificarle un ratón.

Los hijos de Elegguá son inteligentes y hábiles pero poco escrupulosos. Se dan a la depravación y la corrupción. El timo, la estafa y las intrigas políticas les garantizan el éxito en la vida.

Su santo católico equivalente es el Niño de Atocha y San Antonio de Padua.


Erinle
Arcángel Rafael
Medico de la Ocha. Dueño del río y de los peces; patrón de los médicos. Su día es el 24 de octubre.

Ibeyis
Los Gimaguas celestiales, quienes gozan del amor filial de todos los Orishas; patrones de barberos y cirujanos. Su día es el 27 de setiembre.

Ikú
Es la muerte. Sale por las noches a decidir quién morirá. Se refugia en botellas vacías, por lo que no deben dejarse botella destapadas en la habitación donde hay un enfermo. Para acceder a los favores de Ikú es necesario recurrir a Oyá, bajo cuya jerarquía vive. Sólo se detiene ante San Francisco.


Naná Burukú

Algunos la consideran madre de Babalú Ayé; Otros, un camino de Obatalá. Es una deidad misteriosa y terrible que vive en ríos, manantiales y cañas bravas. Su día es el 26 de julio.

Obba

Dueña de lagos y lagunas; guardiana de las tumbas; símbolo de las mujeres que sufren y se esfuerzan mucho por mantener la unidad familiar. Se cortó las orejas para saciar el hambre de Changó, quien al descubrirlo la rechaza y repudia. Según otras versiones, Obá se suicidó cuando Changó la dejó por Oyá. Sincretiza con Santa Rita, abogada de las causas difíciles, o con Santa Catalina.

Junto con Yewá y Oyá, forma la trilogía de Orishas que viven en el cementerio.

Color de las cuentas: rosadas y amarillas.

Su día es el 25 de noviembre.

Obatalá

En el principio de las cosas, cuando Olordumare bajó al mundo, se hizo acompañar de su hijo Obatalá. Debajo del cielo solo había agua. Entonces Olordumare le dió a Obatalá un puñado de tierra y una gallina. Este, echó la tierra formando un montículo en medio del mar y la gallina escarbó la tierra y la esparció formando el mundo que conocemos. Olofi le encargó a Obatalá que formara el cuerpo del hombre, así lo hizo y culminó colocándole la cabeza sobre los hombros. Por eso se dice que Obtalá es el dueño de las cabezas.

En una ocasión los hombres preparaban una fiesta en honor de los orishas pero descuidaron a Yemayá. Ella, furiosa, conjuró al mar para que empezara a tragrse la tierra. Los hombres asustados y temerosos, imploraron a Obatalá, quién se interpuso en el camino de Yemayá, quien por respeto, siendo la dueña del mar atajó las aguas y cesó su cólera.

Obatalá es un orisha mayor. Creador de la tierra y escultor del cuerpo humano. Es la deidad pura por excelencia, dueño de lo blanco, de la cabeza, de los sueños y los pensamientos. Es hijo de Olofi y Olordumare. Es misericordioso y ama la paz y la armonía.

Todos los orishas lo respetan y le buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o diga frses injuriosas. Tiene veinticuatro caminos y le pertenecen todos los múltiplos y sub-múltiplos de 8.

Sus hijos son personas de férrea voluntad, tranquilas y dignas de confianza. Son reservados y asumen las conseqüencias de sus propias decisiones sin lamentarse.

Su collar es blanco con cuentas del color típico de cada camino.

Siempre viste de blanco. Protege a sus hijos de la ceguera, la parálisis y la demencia.

Obatalá se sincretiza con la Virgen de las Mercedes, la misma que es patrona de Barcelona. Su dia es el 24 de Septiembre.



Ochosi

Ochosi es el mejor de todos los cazadores y sus flechas no fallan nunca. Sin embargo en una época la espesura del monte le impedía llegar hasta sus presas.

Desesperado por esto consultó a Orula y este le dijo que hiciera ebbó(*). Ochosi y Oggún eran enemigos porque Echu había sembrado cizaña entre ellos, pero ambos se encontraban con problemas similares, porque aunque Oggún era muy rápido habriéndose camino entre la maleza, los animales le oían y escapaban. Oggún también había consultado a Orula obteniendo la misma respuesta. Así estaban en el monte cada uno por su cuenta haciendo ebbó cuando se encontraron y se pusieron a hablar.

Se contaron sus problemas mutuamente y entablaron amistad. Estaban hablando cuando a lo lejos pasó un venado. Rapidísimo Ochosi le lanzó una de sus flechas que le atravesó el cuello dejando muerto al animal. "Ya ves" suspiró Ochosi, lo he matado pero la espesura me impide llegar e él. Entonces Oggún cogió su machete y de forma veloz abrió camino entre ellos y el venado. Muy contentos llegaron al animal y lo compartieron. Desde entonces hicieron un pacto en casa de Orula, en el que expresaban que el uno sin el otro no era nada y que se necesitaban mutuamente par vivir.

Por todo esto es que Ochosi, el cazador, siempre anda con Oggún, el dueño de los hierros.

Ochosi es un orisha mayor, hijo de Yemayá. Patrón de los que tienen problemas con la justicia, es mago, adivino, guerrero, pescador y cazador. Con Ochosi se hace ebbó para salir bién en las operaciones quirúrgicas.

Su collar más común es con cuentas de coral aunque a veces van alternadas con cuentas de color azul Prusia.

Sus hijos son el prototipo de cazador primitivo, hombres rápidos y siempre atentos. Amantes del cambio y las nuevas empresas.

Sus santos católicos son San Alberto y San Norberto. En Santiago de Cuba es Santiago Arcángel. Su día es el nueve de Noviembre.

(*) ebbó: Trabajo de Santería, ceremonia que puede ser de ofrenda o de sacrificio o de purificación. Los paraldos son ebbos para quitar la muerte. Los ebbos son para refrescar, cumplimentar, enamorar a los orishas en las cuestiones más sencillas, desde un baño con flores y yerbas hasta poner dulces a las deidades. Este trabajo va dirigido al bién y no es compromisorio. Tampoco se tiene que estar iniciado en la religión para realizarlo.

Ochumare

Orisha del arco iris. En Africa se le adora como una deidad única; en Cuba se le considera un camino de Yemayá
Ochún

Orisha del amor, del matrimonio y del oro, símbolo de lo femenino. Es la más bella y joven de los Orishas. Ha sido amante de muchos de ellos, pero su verdadero amor es Inlé (que no corresponde a sus sentimientos) Cuando baja a una fiesta, se alcanza el paroxismo y el frenesí. Le gusta ir de fiesta y suele ser alegre.

Aunque de naturaleza amorosa, es muy quisquillosa y puede volverse colérica y vengativa.

Representa el amor (y a veces la lascivia, sus seguidores le llaman cariñosamente “ramera” o Afarafí Iyá – Puta Madre), la dulzura, el oro y el agua dulce (ella vive en un río).

Se le invoca como protectora en embarazos y partos.

En África Oshún es negra; en Cuba, mulata.

Madre de Oyá, abuela de Eleguá, esposa de Changó (con quien tuvo a los Ibeyes) Su gran amor es Inlé, quien sin embargo no la ama.

Sincretismo: Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.

Color de las cuentas: amarillo o ámbar como base, al que se le añade cuentas rojas, verdes y otros tonos de amarillo.

Atributos: cosas bellas, finas y femeninas.

En África se adoraba a Oshún en Ijosá, Ijebú y Oshogbo (que se sitúa junto al río más importante de las cercanías de Ilé-Ifé, ciudad sagrada de los yoruba)

Orisha que se asienta

Oddúa

Cuando Olofi quiso crear el mundo, bajó con Obatalá. Durante la creación, Olofi hizo cosas maravillosas, pero tambien tuvo fracasos y dejó otras cosas por la mitad. Por ejemplo, dejó a los hombres sin cabeza, por eso andaban todos sin dirección y parecia el mundo una casa de locos. Molesto, Olofi encargó a Odduá que hiciera las cabezas a los hombres. Entonces Odduá hizo las cabezas pero las dejó con un solo ojo y sin boca. Fue Iba-Ibo quien les puso los ojos donde ahora estan y les dió boca, voz y palabra.

Oddúa es un muerto mayor que representa los secretos y misterios de la muerte. A pesar de ser el dueño de la soledad, siempre anda con sus hermanos Oddun y Orula. Su mujer se llama Odduaremu, que se sincretiza en Santa Ana, la que cura a los moribundos y asiste a las parturientas. Tambien se le considera como un cmino de Obatalá. Puede ser el más viejo de todos, el que creó a los dieciséis Obatalaes, junto a su mujer. Como creador de la justicia, es visto como un elemento divino e impersonal.

Es un orisha de babalawos y no de santeros. No se recibe en Ocha pero si en Ifá.

Su dia es el jueves y sus colores el blanco, el rojo y el negro.

En el catolicismo se puede sincretizar con el Nombre de Jesús y con el Santísimo Sacramento. La afinidad entre Oddúa y Jesucristo parece estar en que ambos fueron enviados por la Divinidad para ayudar al hombre.

Oggué

Orisha compañero de Changó, patrón de los animales con astas y de los rebaños.

Oggún

Oggún, es el dueño del hierro. Se trata de un orisha irascible y solitario, que se encargó de abrir paso a los demás orishas cuando bajaron a la tierra. Con su machete infatigable cortaba cuantos troncos y malezas le salian al paso.

Vivía con sus padres (Obatalá y Yemú) y sus hermanos Ochosi y Elegguá. Oggún estaba locamente enamorado de su madre y trató de violarla varias veces, cosa que siempre se encargó Elegguá de evitar. Al final Oggún se las arregló para conseguir su propósito, pero fue sorprendido por su padre Obatalá, y antes de que este pudiera decir nada, el propio Oggún dijo: "Yo mismo me voy a maldecir. Mientras el mundo sea mundo lo único que voy a hacer es trabajar para la Ocha."

Después de esto se fue al monte con la única compañia de sus perros, se escondía de los hombres y solo su hermano Ochosi el cazador consiguió verle.

Oggún trabajaba sin descanso produciendo hierros, pero estaba muy amargado y a disgusto consigo mismo y se dedicó a regar polvos ofoché para que la tragédia dominara el mundo. En esa época fué cuando Ochún se metió en el monte, lo atrajo a sí con sus cantos y le hizo probar la miel de la vida. Con esto Oggún perdió su amargura y dejó de hacer ofoché.

Oggún es un orisha mayor. Violento y muy astuto, es el dios de los minerales, las montañas y las herramientas, así como el patrón de los herreros, mecánicos, ingenieros y soldados. Simboliza al guerrero comedor de carne, dominador de los misterios del monte. Es el dueño de las llaves y las carceles. Se considera una de las personificaciones más antigua de los yoruba.

Sus colores son el negro, el verde y el morado. Sus collares llevan cuentas verdes y negras alternas de siete en siete. En Matanzas son rojas y moradas.

Su ropa es de color morado, con un gorro aplastado y un cinto con fibras de palma que simboliza la protección contra lo malo.

Sus hijos son los hombres violentos e impulsivos. Luchadores que nunca se dan por vencidos. Son imprevisibles y dificiles de tratar pero a la vez sinceros.

Sus santos católicos son San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Miguel Arcangel y San Rafael Arcangel. En Brasil San Antonio de Pádua y San Jorge (Rio de Janeiro). En Haití San Jacobo el Mayor.

Oké

Deidad patrona de las montañas.

Oko

Orisha de las labores del campo, tiene poderes para provocar y detener la lluvia. Marido de Yemayá, suele trabajar junto con Eleguá, Ogún y Ochosi (pero no es uno de los guerreros) Sincretiza con San Isidro.

Según Bolívar Opolowó 9,Oricha Okó representa la Tierra.

Color de las cuentas: rosas o lilas y azul celeste. A veces, blancas con rayas rojas.

Atributos: herramientas de labranza.

Orisha que se recibe.



Olofin u Olordumare: Personificación de la divinidad; vive retirado y pocas veces baja al mundo. En Ifá se recibe Olofi, según la letra que le salga al Babalawo iniciado. No se realiza ningún acto religioso sin la presencia de Olofi.

Olokún

Orisha de las profundidades del océano. Es lo más aterrador del mar. Deidad andrógina, vive en las profundidades del mar y a él le pertenecen las riquezas del mar. En algunas versiones es uno de los caminos de Yemayá.

Color de las cuentas: muy variados.

Olordumare

Tiene tres espíritus: Oludumare Nzame, Olofin y Baba Nkwa. Olodumare Nzame creó el Sol, la Luna, la Tierra, las estrellas el día y la noche. También creó a un primer hombre (por eso es la madre), que era inmortal y se llamaba Omo Oba. Resultó ser orgulloso y vanidoso, así que Olodumaré ordenó su destrucción; sin embargo, como era inmortal no pudo ser destruido. Hoy Omo se llama Olosi, vive en la tierra y trata de hacer que los humanos se rebelen contra Olodumare.

Más tarde, Olodumare decidió crear otro hombre, inmortal, que nace de Olofin Sekume, que tiene una mujer, procrea y se multiplica. Olofin es el padre. Sobre otra historia de creación de la humanidad, ver Obatalá.

Oloddumare no se materializa, ni se recibe ni se asienta, ni tiene celebración

Olorun

Es el sol, manifestación más sensible y material de Olofi, porque es la fuerza vital de la existencia.

Orula

Orula, en Cuba es uno de los más queridos y muchos cubanos "usan" su collar que es de cuentas verdes y amarillas alternas. En la misma película de "Guantanamera", si te fijas, el camionero lleva un pulso de Orula con cuentas verdes y amarillas. Existe un especial respeto hacia este orisha.

Orula es hijo de Obatalá y Yemú. Sus mejores amigos son sus hermanos Changó y Elegguá.

Cuando Obatalá descubrió a Oggún queriendo violar a su madre, su ira fue tanta que ordenó matar a todos los varones. Cuandó nació Changó, Elegguá compasivo lo llevó escondido a su hermana mayor para que lo criara. Después nació Orula y con el mismo propósito de salvarlo, Elegguá le enterró en el pie de la ceiba y le llevaba comida todos los dias.

Con el tiempo el viejo Obatalá enfermó y Elegguá buscó corriendo a Changó, el gran curandero, para que lo curara. Cuando Changó curó a su padre, Elegguá imploró el perdón de Changó y de Orula a Obatalá. El perdón fué concedido y entonces Changó, lleno de alegría cortó la ceiba y con ella labró un tablero espléndido y se lo regaló a su hermano Orula, a quién dió también el poder de la adivinación.

Desde entonces Orula es el dueño del tablero, el adivinador del futuro y el consejero de los hombres, además de ser el intérprete del oráculo de Ifá.

Orula es un orisha mayor, alrededor del cual se ha formado todo un complejo religioso que lo singulariza frente a todos los demás orishas. Orula es el principal consejero de los hombres porque les revela el futuro y les permite influir sobre él. Es el poseedor del secreto de Ifá, el oráculo supremo mediante el cual se comunica con todos.

Personifica a la sabiduría y la capacidad de inluir sobre todo destino, por adverso que este sea. También se le considera un gran médico y dueño de los cuatro vientos. Quien no siga sus consejos, ya sea hombre o bien orisha, puede ser víctima de los osogbos inducidos por Echu.

Su fiesta es el 4 de octubre pero le pertenecen todos los dias del año.

Sus colores son el verde y el amarillo.

Para ser sacerdote de Ifá o babalawo no es imprescindible ser santero aunque normalmente lo sean. Su poder es tan grande que cuando reclama a alguien para ser su hijo, el individuo tendrá que abandonar el culto a cualquier otro orisha y dedicarse por completo a Orula. El primer paso para ser babalawo es "recibir la mano de Orula" y solo pueden pasar por ello aquellos a quien se lo ha sugerido la adivinación.

A Orula se le conoce por Kisimba en Palo, Kavanga en Kimbisa, Dadai en Brillumba y Kimbumbula en Las Villas.

Sus ofrendas son la chiva, la gallina negra, la paloma y el venado.

Protege a sus hijos de la locura.

Su santo católico es San Francisco de Asís.

Osain

Es la naturaleza misma y su dueño; cazador y célibe; deidad de la farmacopea. Su día es el 31 de diciembre OYÁ Yansá: ( Virgen de la Candelaria) dueña de las centellas, los temporales y los vientos; dueña de los cementerios, en cuya puerta o alrededores vive. Su día es el 2 de febrero.

Su santo católico es San Silvestre.

Orisha que se recibe.

Osun

Osun no es muy popular y por eso no hay tanta información sobre él.

Osun era el vigilante de Obatalá, quien, como ya sabemos, vivía con su mujer Yemú y sus tres hijos Oggún, Ochosi y Elegguá. Resulta que Oggún era el preferido y los otros dos debian obedecerle. Ya sabemos que Oggún estaba enamorado de su madre y que varias veces habia intentado violarla, pero Elegguá siempre avisaba a Osun el vigilante, quien iba y regañaba a Oggún. Entonces un dia Oggún ordenó salir de la casa a Elegguá y sobornó a Osun con maíz para que no le delatara mientras abusaba de su madre. Elleguá le contó todo a Obatalá, quien no podía creerlo, pero decidió ir a la casa y encontró a Osun durmiendo y a Oggún abusando de su madre. Entonces fue cuando Oggún se maldijo a sí mismo y Obatalá le dijo a Osun: "confíaba en tí y te vendiste por maíz" despues Osun perdió su cargo y fue Elegguá quien se convirtió en el vigilante de su padre Obatalá.

Osun es un orisha mayor, actua como mensajero de Obatalá y Olofi. Orula se apoya en él para conseguir los poderes de la adivinación. Es el que vigila la cabeza de los creyentes. Se recibe a Osun cuando se entregan Los Guerreros (Elleguá, Oggún y Ochosi)

Representa la vida misma.

Sus colores son todos porqué Osun significa color o pintura. A veces se le atribuyen el blanco, azul, amarillo y rojo.

Cuando muere un santero se suele introducir en su féretro la imagen de Osún que tenía en su casa.

Su santo católico es San Juan Baptista.



Oyá Yansá

Orisha de los vientos fuertes (por eso sabe todo lo que ocurre en el aire), las tempestades y los muertos (se le invoca para salvar de la muerte o para alejar la presencia de un muerto entre los vivos. Vive en la puerta de un cementerio os sus alrededores. Junto con Obá y Yewá, forma la trilogía de Orishas que viven en el cementerio, pero ella es la dueña del cementerio.

Sabia, justa, guerrera (y temida en la guerra) Cuando baja, sólo baila danzas guerreras. Esposa de Changó (por lo que se le tiene gran respeto, simbolizando la lealtad y la fuerza), ex-esposa de Ogún, hija única de Oshún y madre de Eleguá.

Sincretiza con la Virgen de la Candelaria (quienes son montados por ella, pueden tocar candela y no les pasa nada) o con Santa Teresa en Matanzas.

Color de las cuentas: rojas y marrones (en otros lugares, negras y blancas)

Orisha que se asienta.

Yemayá

Es la Orisha madre de todos los orishas puesto que reina en el mar, donde nacen los caracoles que se usan en el diloggún. Es la más respetada del panteón yoruba. Es orgullosa y arrogante, especialmente cuando se enfada.

Orisha de las profundidades del océano; según Bolívar Opolowó 9, fue la primera orisha en surgir en el proceso de creación del mundo –cuando Olofi decidió crear el mundo apagando con abundante agua el fuego existente. En algunas versiones es la propia Yemayá quien decide crear

A ella se acude para atraer la fertilidad y para proteger la femineidad. Tiene las cualidades de la Luna.

Hija de Obatalá, esposa de Orisha Okó (aunque existen muchas variantes respecto a su parentesco. En este sentido, ver Lahaye 37 y 38)

Sólo se la puede ver en sueños.

Patrona de la Bahía de La Habana.

Color de las cuentas: Transparentes (agua) y azul.

Atributos: objetos de plata y del mar.

En África se adoraba a Yemayá en Egba.

Yemayá Olokum

Orisha Mayor. Dueño de las profundidades del océano. Es andrógino, y en ocasiones se le representa mitad hombre, mitad pez, aunque es indefinido. Siempre baja enmascarado. Es una deidad poderosa, terrible y sumamente misteriosa, encarna al mar en un aspecto aterrador y extraño al hombre. Según algunos, Obatalá lo mantiene atado en el fondo del mar para que no destruya al mundo; de cualquier forma, todas las riquezas del océano son suyas, por lo que es el Orishas más poderoso en cuanto a dinero, riqueza, etc. Sólo se le ve sin careta en sueños, y entonces, se aparece con la cara redonda, con rayas tribales, ojos saltones muy blancos, con las niñas pardas y las pestañas afiladas. Olokun es Orisha de los Babalawos. Según algunos, después de Oddua, es la más alta representación de Ocha. Se le adora en diferentes formas, según la rama de que se trate.

Virgen de La Regla.

Yewá

Vive entre los muertos, en la fosa del cementerio, convertida en lechuza. Mayor, virgen, sumamente casta. En su presencia nadie puede desnudarse ni usar palabrotas ni discutir.

Junto con Obá y Oyá, forma la trilogía de Orishas que viven en el cementerio.

Color de las cuentas: rosas, pudiéndose intercalar nácar y caracol.

Orisha que se recibe.

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