ORIXA EN AMERICA: 01/24/11
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2012 AÑO DE NUESTRO PAE OXALA

PREGUNTAS O DUDAS

lunes, 24 de enero de 2011

Egunguns y Adimu Orisa - Parte II

Los Egunguns generalmente representan ceremonias en relación con exequias fúnebres. Las cuales también son parte del culto de Adimuorisa o Adamu-orisa, el cual se realiza al poco tiempo del entierro de un miembro importante o con poder en la ciudad y el  festival Adimuorisa se hace en su honor; está es una celebración costosa que en  raras ocasiones una familia común puede permitirse el coste de los ritos y ceremonias que trae consigo el culto, el mismo  es característico de los Aworis, que viven cerca de la costa y suele parecerse al de los Egungun en que se presentan los espíritus en formas encarnadas, pero a diferencia los miembros de la asociación o casa no pueden aparecer en cualquier momento como las mascaradas, excepto en ocasión del festival.


Su origen al igual que el de Egunguns se remonta al antiguo Egipto ya que el otro nombre de Adimu, es, O-gu-ra(n)  “Gu” es una modificación de “Khu”, y “Ra” es el nombre del dios-sol egipcio; O-gu-ra(n), por lo tanto, significa: “el alma de Ra”; palabra usada por los yorubas como nombre alternativo de Adimu.

Un festival de Adimuorisa se celebra del modo siguiente:
Hacen una proclamación de que será celebrado un festival Adimuorisa en honor de una persona fallecida de la que se da el nombre y se anuncia la fecha del festival.
Unos pocos días después, se prohibe a la gente el salir durante una cierta noche.
Cualquier persona capturada en dicha noche será utilizada para el festival.
Una de ellas es reservada para hacer el papel de Adimuorisa.

Tres días antes del festival, los miembros jerárquicos de la asociación o casa se reúnen privadamente en “Agodo” (la casa de reunión del culto) y llevan a cabo algunos ritos y ceremonias secretas. Una contraseña secreta es acordada, y esta es comunicada a todos los miembros iniciados de la asociación, que es usada en el festival. Se inflige un severo castigo a cualquiera que acuda al festival disfrazado sin conocer la contraseña.
Dos días antes de la fiesta, el tronco de un platanero o el tronco de un pequeño árbol es envuelto como una momia y es vestido con ropas caras y otros adornos, después, es guardado en “Agodo” o en el “Iga” (palacio o casa grande) de uno de los jefes. Se supone que esta momia representa al cuerpo de la persona muerta en cuyo honor se celebra el festival. Cuando la momia ha sido guardada adecuadamente, es custodiada por algunos de los principales miembros del culto. El tamborileo sigue alegremente y la multitud se reúne para ver la momia ricamente cargada con joyas decorativas. Se sirven refrescos en los lugares limítrofes al “Agodo” o “Iga”. El gasto de la momia y los refrescos deben estar al cargo de la familia de la persona fallecida.

En las primeras horas del día del festival empiezan a aparecer espíritus encarnados en formas diversas. La mayoría de los espíritus aparecen como “Eyos”. El traje de un “eyo” no es de una pieza. Consta de una gran bata larga (“Agbada”), cosida a la moda nativa, con unas mangas anchas y muy largas, un velo largo blanco y un sombrero de ala ancha, también una pieza de fuerte tela con la que roza la tierra. Es llevada también, una varita especial (blanca), conocida como “opabata”, la cual está hecha de la parte ancha de una hoja larga de palmera. A veces es usado un velo coloreado, pero el color usado generalmente es el blanco.

El “Aropale” debe cubrir enteramente los pies del  “Eyo” y arrastrar detrás de él con una longitud no inferior a los dos pies. Algunos “arropales” tienen una longitud de alrededor de los diez pies. Los “Ellos” aparecen solos o en compañía, y cuando desfilan por las calles se dirigen a los caminantes con una voz de ventrílocuo expresando algo como “No hay motivo para el miedo. Me apetece bailar de esta manera. Me apetece bailar de esta manera”.

Los espectadores generalmente replican diciendo: “¡Qué alto o imponente Eyo! Yo te felicito, yo me congratulo”, esto es que tenga la buena suerte de participar o ser testigo del festival.

Algunos de los importantes espíritus aparecen con la forma de “Agere” (zancudo), “Oniko” (un enmascarado cuyo traje está hecho con juncos), “Ologede” (un enmascarado cuyo traje está hecho con hojas de plátano). Cada uno de ellos es escoltado por un número de “Ellos” que varía de treinta a cien. Cada conjunto de escolta lleva un sombrero distintivo con una adecuada insignia. Pero el espíritu más importante es Adimu que está vestido de la cabeza a los pies con ropas nativas y lleva una máscara de lana con una sobresaliente pero detallada nariz; de aquí que es llamado “Adimu Orisa” (el Orisa con detalladas narices), y a veces la nariz está abierta y entonces es llamado “Adamu Orisa” (el Orisa con las narices abiertas). A diferencia del Egunguns, no tiene ninguna apertura delante de su cara, y por lo tanto no puede trasladarse fácilmente. Tiene que ser conducido por un número de viejos miembros del culto que no están disfrazados. También está escoltado por un gran contingente de Eyos, a veces en número superior a doscientos que corren arriba y abajo por delante y por detrás de él, evitando que cualquiera de los no iniciados se aproxime demasiado. Incluso los otros “Eyos” y espíritus tienen que alejarse cuando él se acerca, se le atribuyen poderes sobrenaturales para castigar a aquellos que le insultan o faltan al respeto.

Adimu es que preside el entierro en el festival. Es también conocido como “Ogunran”. Antiguamente el Adimu y el Ogunran eran dos espíritus encarnados diferentes y según la tradición, los dos acostumbraban a aparecer en las ocasiones de festivales Adamu-Orisa. Actualmente los dos vocablos son aplicados al mismo disfraz. Hay alguna gente, sin embargo, que creen que deben ser considerados distintos.

Durante todo el día del festival, el respeto más grande, equivalente a honor divino, es mantenido por todos hacia el Adimu. Incluso el Oba (rey o jefe supremo), que debe ser un “Eyo” en ese día, debe mantener gran respeto hacia él. Después del festival vuelve a su posición de persona corriente, y se ha dicho que como resultado de las ceremonias que el ha tenido que sufrir antes del festival, se convertirá en un idiota o bien morirá dentro de pocos días.

Egungun y Adimu Orisa - Parte I

En la Religión Yoruba y en casi todos lo cultos en general se creé en la existencia de los espíritus de antepasados difuntos y otras personas, entre los yorubas existen dos cultos en especial a Egungun y a Adimu-Orisa.
El culto de Oro, Eluku o Agemo es la de un espíritu único y el culto a Egungun es de numerosos espíritus que pueden aparecer en cualquier momento y especialmente en importantes ocasiones. El sentimiento que impulsa a la adoración del  espíritu único es principalmente el  miedo, pero en el caso de Egungun son los de afecto y reverencia a sus difuntos, por ello que las apariciones de sus espíritus en la forma materializada en Egunguns es una demostración de la indisoluble unión existente entre los miembros vivos y muertos de la comunidad.

El culto Egungun viene de  la supervivencia, en una forma práctica, de la fusión de las creencias del Antiguo Egipto que después de la muerte, las personas honradas se convierten en espíritus luminosos (Khu) y que sus “kas” -los cuerpos luminosos de las almas- son capaces de trasladarse y de asumir formas humanas. Pudiera compararse en otras formas a un trance mediunico.

Un Egungun está considerado por lo tanto, como una personificación del espíritu de una persona muerta que vuelve del cielo o de algunos rincones de la tierra en otra dimensión para visitar a su gente.  De aquí se le llama un “Ara-Orun” (un ciudadano del cielo). Aparece en la forma de un hombre completamente cubierto de la cabeza a los pies con el traje conocido como “Ago”, con una apertura hecha en la parte que cubre el rostro que le permite ver el mundo exterior. El traje puede ser hecho con telas o hierbas del país; algunos más distinguidos llevan una máscara de madera, pero ninguna parte del cuerpo del  Egungun tiene que estar visible.

Un Egungun puede aparecer en cualquier momento, solo o acompañado por una o dos personas conocidas como “Atokun” (escolta). Cuando van por la calle, él lleva un látigo flexible y habla con voz de ventrílocuo,  evidenciando que es un auténtico “Ara-Orun”. Todos evitan escrupulosamente tocar sus ropas y aquellos que son adoradores de Egungun se inclinan o arrodillan cuando él se aproxima, otros simplemente le ofrecen regalos.

En algunas ciudades africanas, los Egunguns se constituyen en asociaciones, y cada una tiene un jefe Egungun, el número de  miembros puede ser grande o pequeño, pero todos ellos deben obediencia a su jefe. Cada jefe tiene un título, algunos son: Egungun Ajolojo, Egungun Ajofoyinbo, Egungun Oye, Egungun Oya.

De todos los Egungun, Oya es el más temido. Cuando él aparece, va acompañado por un séquito de “Atokuns”, que son hombres mayores llevando látigos. Al frente de los Egungun va un grupo de mujeres que van vestidas hasta la cintura, quedando el resto desnudo. El Oya lleva un traje más completo y pintoresco que los demás Egunguns. Lleva una máscara que le da una apariencia misteriosa. Se supone que Egungun Oya ha es del Distrito Níger – En Niger país de Africa del Sur- pués Oya es la diosa de Níger, y Egungun Oya es considerado como la forma encarnada del espíritu de la diosa que toma la forma de un hombre. De aquí que la aparición de Egungun es anunciada por un grupo de mujeres, y por lo que a las mujeres se les permite completamente tomar parte en el desfile.

Muchas tribus todavía conservan una fiesta Egungun anual en Junio de cada año. En Oyo y Awe, donde la adoración Egungun está muy protegida, la fiesta es observada escrupulosamente. Aparecen gran número de Egunguns, y toda la ciudad está en fiesta. Hay desfiles y juegos que duran siete días. La fiesta ha sido descrita correctamente como el festival yoruba “todo almas”, aunque es, en cierto sentido, un festival de luto por el muerto, es una fiesta alegre porque da una firme seguridad de que los espíritus del muerto están vivos y son capaces de manifestarse en forma de Egunguns.

En Latinoamerica, los Yorubas veneramos a los antepasados (espíritus de los difuntos) utilizando el adjetivo para ellos de “Egun” (hueso),  que son en gran parte lo que nosotros heredamos pero por supuesto llegamos a adaptar a nuestros países de origen, haciendo cambios bruscos positivos en la mecánica de la adoración. Pero siempre con el mismo fin “La veneración y adoración a los espíritus ancestrales de los antepasados”, con el único fin de que estos, que están en un plano mas cercano a los seres humanos permitan el buen fluido de nuestra adoración a los Orisas.

La Autodefensa Psíquica

En ocasiones nos ha ocurrido que nos despertamos de madrugada a una misma hora, o en un rango bastante cercano, entre las 12:30 AM y las  3:30 AM, sin razón aparente, y al día siguiente, al despertar el agotamiento es tan grande que no provoca levantarse. ¿Quien no conoce o a oído de alguien que ha vivido una mala racha sin saber que pasó?, “si todo iba tan bien y de repente todo se dañó”; y ni hablar del no menos famoso pero muy nefasto “mal de ojo”, que tantas victimas de todas las edades que se ha llevado, con o sin intención de la contraparte; enviando al afectado directo a una cama, o al médico - que luego de tantos exámenes, no encuentran ninguna afección de salud que justifique una fiebre alta, un fuerte dolor de cabeza, entre otros síntomas – el cual muy probable le indique otro tipo de terapias, alegando “de que vuelan, vuelan”.
Cuando hablamos de defensa psíquica, estamos hablando de un tema que pocos tocan por no atreverse a dar a conocer algunos de los secretos que como armas etéreas o invisibles podemos usar para el resguardo y protección tanto de uno mismo como de los bienes materiales - casa, carro, oficina, etc.-.

Algunas de estás, les llamo pararrayos, púes, cumplen la misma función de los conocidos pararrayos; la misión ineludible de estar allí listos para recibir cualquier energía de la atmosfera que tenga sobrecarga eléctrica, de esta misma manera funcionan estas protecciones que hoy en día se han hecho cada vez mas populares y conocidas gracias a los medios de comunicación donde se les ha dado una importancia que creo que nunca antes había sido tan marcada.


HERRAMIENTAS PARA DEFENDERSE


Herramientas como pulseras, dijes, medallas, cordones, collares, plantas, baños, esencias, piedras, sellos y signos que se mantuvieron por muchos años y siglos, ocultos para el público en general. Hoy en día se han dado a conocer buena parte de ellos, sin embargo, muchos de los más fuertes y poderosos han quedado en reserva de los maestros conocedores de esta materia. Podemos  hablar también de la PRE-Programación Material, algo que algunos conocen como conjurar y consagrar un elemento que sirva de protector o blindaje, que una vez que ha recibido el impacto de alguna fuerza o energía agresora, según sea el caso o la intensidad de la misma, debemos cambiarlo para mantenernos protegidos.

Es importante  aprender a defenderse de estos ataques, que bien pueden ser producto de energías discordantes en un ambiente, de algún proceso que estamos manejando en nuestra vida, o también pudiera ser el caso, que alguien está tratando de agredirnos y no nos damos cuenta o no queremos aceptar que está ocurriendo. El primer síntoma de una persona que esta siendo atacada psíquica o espiritualmente, es que lo niega rotundamente, por ello, es que cuando utilizamos algún elemento de protección que trabaja cuando esa clase de energías se perciben, se rompe el collar o la pulsera, que se tenga como protector, como Santo Tomás, “ver para creer”, entonces vez como una pulsera de piedras o azabache, por ejemplo, revienta o explota, con el fin de indicar que algo malo recogió y evitar que afecte físicamente.

orixa oia

En África, Oyá es la diosa del río Níger – éste río lleva su nombre pues según el mito, cuando Changó se ahorcó, Oyá que era su primera esposa, derramó tantas lágrimas que se convirtió en este río - que corre al norte y al este del territorio Yoruba, llamada así Udo Oyá; sin embargo, su importancia y culto no se limita a las áreas bañadas por el río, lo que se debe a que Oyá es algo más que una diosa fluvial, y al igual que su esposo Changó se relaciona con fenómenos atmosféricos temidos en todo el territorio Yoruba.
Los Yorubas dicen que Oyá es una feroz y valiente amazona, que acompaña a su esposo, el dios del trueno, en sus frecuentes guerras. Se dice de ella que es “Obirin t' o t' ori ogun da rungbon si” (la mujer a quien le creció una barba debido a la guerra). Su cara es tan terrible que nadie se atreve a mirarla. Sin embargo, Oyá es alta, distinguida y grácil. Prueba de ello es que Changó la tomó como esposa de entre dieciséis diosas que deseaban casarse con él. Oyá se ganó el cariño de Changó, gracias a su elegancia y a la fuerza de su personalidad.


Río Níger - África

Oyá, es la diosa de las tempestades y del viento fuerte que las precede. Se dice de ella que es “Efuele ti' da gi l'oke-l'-oke” (el viento que arrasa y arranca los árboles desde la cima), por ello es temida. Se le conoce también con el nombre de Yansan, y es la única Orisha que tiene el poder de dominar a los muertos. A veces Oyá se manifiesta encarnada en el cuerpo de uno de los Egungun, miembros enmascarados de una sociedad secreta que se ocupa específicamente del culto a los antepasados. Los enmascarados son la encarnación de los muertos que visitan a los familiares del difunto, hablando y actuando como si fueran el propio pariente desaparecido. Entre todos los Egungun, el Oyá Egungun es el más temido, ya que posee una máscara de apariencia terrible; esa debe ser la razón por la que los afrocubanos dicen que a Oyá no se le puede mirar la cara.

Esta diosa es adorada en varias partes del territorio Yoruba. En Lokoro, cerca de Portonovo, a pesar de estar muy distantes del Níger, hay un templo consagrado exclusivamente a su culto. En el altar está la imagen de Oyá rodeada de ocho cabecitas simbolizando al río Níger y a las muchas bocas de su delta.

Su símbolo es la lanza; también se la representa por medio de un objeto hecho de metal en forma de rayo o descarga eléctrica. Cuando baja lleva en la mano un sable y un rabo de caballo o iruke, símbolo de autoridad.

Oyá representa un ideal femenino ajeno a la cultura Yoruba; ya que entre ellos, las mujeres no formaban parte del ejército como sucedía con otros pueblos del África occidental ecuatorial. Según las tradiciones, Oyá es originaria del norte del país Yoruba; es posible que en algún lugar de esa área, las mujeres fueran utilizadas en la caballería real como lo eran en el Dahomey, nación donde ella es conocida como divinidad relacionada con los fenómenos atmosféricos y adquirió su carácter de amazona intrépida y violenta, ya que en Yoruba las realidades ambientales no parecen justificar la función del culto a una divinidad femenina tan interesada en actividades que en su cultura son propias de los hombres.

En Cuba, Oyá no aparece como una divinidad fluvial, sino como la diosa de las tempestades y del terrible viento que las precede; es la dueña de la centella, los temporales y la puerta del cementerio y su color emblematico es el rojo vino o los estampados de flores de muchos colores. También se asocia con otros fenómenos atmosféricos, tales como la centella, la tromba de viento, el rayo, etc. Su culto es muy importante, no solamente por su relación con las tempestades, y por ser esposa de Changó, sino también por su extraña asociación con los muertos.

En Cuba, Oyá no es la primera esposa de Changó, como se la considera en África, sino la segunda. Se dice que cuando se enfada es más peligrosa que Changó, quien se casó con ella debido a los múltiples servicios que esta valiente mujer le prestó en sus guerras.

En Santo Domingo recibe los nombres de Feribundda y Oyá. La primera es guardiana de los alrededores del cementerio, vive siempre entre llamas y carbones encendidos, su símbolo es el fuego y sus colores el amarillo y el verde; la segunda es símbolo y encarnación de la justicia y se le considera como una divinidad guerrera que ayudó a Changó en su guerra contra Oggún Balendyó. Cuando interviene en un combate, su espada, la cual maneja con especial habilidad,echa fuego. Gusta de ciertos árboles como el álamo y sus colores son los del arco iris. Se le invoca para curar enfermos mentales y expulsar espíritus maléficos.

En Trinidad-Tobago Oyá aparece como diosa del viento y la lluvia, posee un temperamento ardiente, hasta el punto de concebirla como un huracán y trabaja con una güira y una copa.

En Brasil, es una de las mujeres de Xangó y divinidad del río Níger, del viento y las tempestades. Se le llama lansá y es considerada como orixá de temperamento ardiente e impetuoso. Su vestimenta simbólica consta de una corona, adorno reservado sólo a los reyes yorubas y nagos, cuyas sartas de cuentas disimulan los ojos; un sable de cobre y un rabo de caballo, todos símbolos de su alta jerarquía. Sus danzas son guerreras e imitan, en sus movimientos, a las tempestades y los vientos desencadenados; en ellas baila con los brazos extendidos y las manos hacia el frente, para atraer las almas de los muertos, ya que ella es su dueña.

Oyá, posee nueve caminos o avatares, en los que se nombra:

1) Oyá Bí,

2) Oyá Funké,

3) Oyá Dumí,

4) Oyá Minuí,

5) Oyá Obinidoso,

6) Oyá Ayowá,

7) Oyá Odó-oyá,

8) Yansá Ororí y

9) Oyá de tapa.



Y recibe distintos nombres según su culto:

En la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje se le llama Mpungu Mamawanga, Yaya Kengue, Mariwanga y Monte Oscuro;
En Brillumba es Mpungo Mamawanga y Kengue;
En Mayombe: Centella Endoqui, Remolino, Noche Oscura, Viento Malo, Malongo, Vira Vira, Mayanquera y Nueve Sayas Una Cinta.
En la Sociedad Secreta Abakuá: Onifé
En el culto Arará es Yawarinumé, Addañon y Dañe;
En el Cabildo lyesá, Naé y
En el Gangá, Oyá Weri.
En Haití la llaman Yansán.
En Santo Domingo recibe los nombres de Feribundda y Oyá.